Como podrán ver este es un articulo del Listín Diaria que
marca el grado de intoxicación en que en que vivimos y que no podemos dejar nuestra
salud en manos de las autoridades, como ven este es un problema reconocido hace
mucho tiempo, el cual no se ha hecho nada por resolverlo, que les hace pensar
que ahora va a cambiar. Tenemos que tomar el control de nuestra salud, ´por tal
razón es obligatoria el uso de antioxidantes reconocidos a nivel mundial, como
es el caso de Nutrilite (Doble X, Bio C Plus, Multicaroteno, Complejo Antioxidantes
Complex).
Yaniris López yaniris
.lopez@listindiario.com
Santo Domingo
Por los daños que provoca a la biodiversidad y a
la salud humana el mal uso de los insecticidas, la población debería
interesarse más en el tema y exigir una nueva ley que regule esta
industria, pues la actual está obsoleta y no existe una norma que la
regule.
La advertencia la hace el entomólogo e investigador dominicano Julián de la Rosa, quien asegura que probablemente en la ciudad de Santo Domingo mueren más de tres personas al mes por complicaciones causadas por insecticidas.
“Pero no se sabe que fue por eso que murieron porque muchísimos síntomas de intoxicación son síntomas de otras enfermedades, hasta de depresión”, afirma.
Según el experto en Etnoentomología, una persona que visite al médico por gripe, depresión, jaqueca o lagrimeo pudiera estar intoxicada, pero si el propio médico no sabe nada sobre insecticidas, no podrá determinar inmediatamente su tratamiento.
“En la ciudad hay más gente en contacto con insecticidas que en el campo. El 70 por ciento de la población de este país vive en la ciudad y de la clase media a la clase alta todo el mundo fumiga su casa”, precisa.
Los insecticidas están hechos con una base de compuestos químicos que pueden afectar la salud, como los clorados, fosforados y carbamatos. “Y ahora estamos en la época de los piretroides, que son copias de moléculas naturales sintetizadas”, explica De la Rosa.
Otro problema radica, sigue, en que el 90 por ciento de los insecticidas que aplican en la ciudad las compañías de fumigación son agrícolas, no urbanas.
“Si vas al médico y por casualidad el doctor dice que estás intoxicada porque fumigaron en tu casa y te pregunta qué compañía fue y qué insecticida puso, ¿qué le vas a responder?”, sostiene el especialista en Entomología Económica.
Prevención
También señala De la Rosa que no hay insecticidas amigables con el medio ambiente, y que quienes así lo promueven lo hacen simplemente para vender.
“Lo que sí hay es aplicación amigable, y tecnología para hacerlo. Los insecticidas son imprescindibles todavía para el control de plagas, el mal uso que se le da en su aplicación es el problema. La ley de uso de insecticidas en el campo es la misma que se aplica en la ciudad. Esa ley es obsoleta, hay que cambiarla, pero si se aplicara las cosas andarían mejor, porque el grave problema es que tenemos una ley obsoleta, que, además de obsoleta, no opera”, dice.
PROPONE UNA NUEVA LEGISLACIÓN
De la Rosa señala que la legislación dominicana para el uso de plaguicidas es anticuada. Recuerda que la ley 311-68 fue creada en los años 70 por la misma industria como consecuencia de un desastre ocurrido en el país en el que murieron muchos campesinos debido al mal manejo de insecticidas.
Creador y primer presidente de la Asociación Nacional de Manejo de Plagas Urbanas, sostiene que los problemas entomológicos dominicanos deben verse dentro del concepto de la biogeografía insular y, en el caso de República Dominicana, deberían tener carácter de soberanía nacional.
El entomólogo, que pertenece al equipo de profesionales que desde la Universidad de La Florida ha venido estudiando a las termitas o comejenes del Caribe insular, trabaja en la elaboración de un documento bibliográfico sobre Etnoentomología dominicana.
La advertencia la hace el entomólogo e investigador dominicano Julián de la Rosa, quien asegura que probablemente en la ciudad de Santo Domingo mueren más de tres personas al mes por complicaciones causadas por insecticidas.
“Pero no se sabe que fue por eso que murieron porque muchísimos síntomas de intoxicación son síntomas de otras enfermedades, hasta de depresión”, afirma.
Según el experto en Etnoentomología, una persona que visite al médico por gripe, depresión, jaqueca o lagrimeo pudiera estar intoxicada, pero si el propio médico no sabe nada sobre insecticidas, no podrá determinar inmediatamente su tratamiento.
“En la ciudad hay más gente en contacto con insecticidas que en el campo. El 70 por ciento de la población de este país vive en la ciudad y de la clase media a la clase alta todo el mundo fumiga su casa”, precisa.
Los insecticidas están hechos con una base de compuestos químicos que pueden afectar la salud, como los clorados, fosforados y carbamatos. “Y ahora estamos en la época de los piretroides, que son copias de moléculas naturales sintetizadas”, explica De la Rosa.
Otro problema radica, sigue, en que el 90 por ciento de los insecticidas que aplican en la ciudad las compañías de fumigación son agrícolas, no urbanas.
“Si vas al médico y por casualidad el doctor dice que estás intoxicada porque fumigaron en tu casa y te pregunta qué compañía fue y qué insecticida puso, ¿qué le vas a responder?”, sostiene el especialista en Entomología Económica.
Prevención
También señala De la Rosa que no hay insecticidas amigables con el medio ambiente, y que quienes así lo promueven lo hacen simplemente para vender.
“Lo que sí hay es aplicación amigable, y tecnología para hacerlo. Los insecticidas son imprescindibles todavía para el control de plagas, el mal uso que se le da en su aplicación es el problema. La ley de uso de insecticidas en el campo es la misma que se aplica en la ciudad. Esa ley es obsoleta, hay que cambiarla, pero si se aplicara las cosas andarían mejor, porque el grave problema es que tenemos una ley obsoleta, que, además de obsoleta, no opera”, dice.
PROPONE UNA NUEVA LEGISLACIÓN
De la Rosa señala que la legislación dominicana para el uso de plaguicidas es anticuada. Recuerda que la ley 311-68 fue creada en los años 70 por la misma industria como consecuencia de un desastre ocurrido en el país en el que murieron muchos campesinos debido al mal manejo de insecticidas.
Creador y primer presidente de la Asociación Nacional de Manejo de Plagas Urbanas, sostiene que los problemas entomológicos dominicanos deben verse dentro del concepto de la biogeografía insular y, en el caso de República Dominicana, deberían tener carácter de soberanía nacional.
El entomólogo, que pertenece al equipo de profesionales que desde la Universidad de La Florida ha venido estudiando a las termitas o comejenes del Caribe insular, trabaja en la elaboración de un documento bibliográfico sobre Etnoentomología dominicana.
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